Dos imponentes gitanos embrujarán a Miami: el bailaor Joaquín Cortés y el cantante y pianista Diego Amador, quienes se presentarán el sábado 2 de noviembre en el teatro Fillmore de Miami Beach.
“Va a ser una maravilla de concierto. La gente se va a encontrar mucha magia, mucha flamencura, mucha gitanería, muy buena música y muy buen baile. Es la primera vez que nos juntamos y es algo único”, dice Amador sobre esta colaboración.
El pianista tocará algunas piezas de su nuevo álbum Diego Amador Live in Paris, donde fusiona el flamenco y el jazz.
“Siempre hay que innovar”, comenta Amador, quien encuentra refugio de sus giras de conciertos en su casa a las afueras de Sevilla. “Cuando llego a la casa no me gusta ir a ninguna parte. Vengo cansado y me gusta disfrutar de la familia, de los niños, de la mujer, de los amigos. Con mi hija me voy al campo”.
Otro que ha sabido dominar la fama en sus tres décadas como bailarín es Cortés. “Tienes que aprender a convivir con la fama porque no es fácil. Es un poco violenta con el tema de la privacidad, que la pierdes. Echas de menos tu libertad”, dice el artista, quien llegó acompañado a la conferencia de prensa de su novia, la española Mónica Moreno, de 30 años.
“Mi corazón siempre está enamorado”, expresa Cortés. “No concibo una vida sin amor. El amor es lo que te alimenta, lo que te hace seguir viviendo y emocionándote”.
A sus 44 años, el bailaor sigue robando suspiros. “Gracias a esa disciplina, pasan los años y parece que no pasa el tiempo. Te conservas bien”, añade. “Aparte de la danza que ya de por sí es un ejercicio físico importante, yo hago deporte. No fumo, no bebo. No he tomado nunca droga. Un buen vino en una cena me encanta”.
Aunque su base es Madrid, donde reside su familia, Cortés dice que viajar es otro de sus grandes placeres. “Poderme escapar a un lugar paradísiaco con playa, ver obras de teatro, musicales. Me gusta viajar, ver museos. Es una manera de cultivarte. Al final eso es lo que te vas a llevar”, admite el artista, quien además expresa su admiración por la música de Amador.
Con estos dos maestros sobre un escenario, lo que sobrará es pasión flamenca. “Soy pasional”, admite Cortés. “Me entrego a las cosas cuando las hago. Me dejo llevar por las emociones. Quiero sentir, quiero vivirlas”.
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